La granada es una fruta que, cuando se conserva adecuadamente, puede durar mucho tiempo manteniendo su frescura y sabor. Sin embargo, una de las dudas más frecuentes de nuestros clientes al comprar en nuestra tienda online es cómo conservar las granadas de manera óptima una vez llegan a casa. En este artículo encontrarás toda la información necesaria para que puedas disfrutar de tus granadas frescas durante el mayor tiempo posible.
Las granadas son seleccionadas cuidadosamente, envasadas con esmero y enviadas lo más rápido posible para garantizar que lleguen en las mejores condiciones. Nuestra prioridad es evitar que el producto se deteriore durante el transporte, por lo que las granadas se envían en embalajes adecuados que protegen su integridad y frescura. Sin embargo, al recibirlas es crucial que sigas algunos pasos sencillos para conservarlas adecuadamente y maximizar así su durabilidad.
Como conservar las granadas frescas en casa
Las granadas frescas pueden durar hasta 30 días en condiciones normales sin perder calidad. Lo que suele deteriorarse primero es la piel, ya que comienza a mostrar signos de envejecimiento o arrugas. Sin embargo, los arilos (las semillas comestibles) dentro de la fruta pueden mantenerse en perfecto estado hasta un mes fuera de la nevera, siempre que la granada no esté expuesta a temperaturas extremas o a la humedad.
La importancia de la refrigeración
El mejor lugar para conservar las granadas es en la nevera, ya que allí se mantienen frescas durante más tiempo. La temperatura óptima para su conservación es de 6 grados, con un nivel de humedad del 90%. Estas condiciones permiten que las granadas retengan su frescura y sabor durante más de un mes y previenen la aparición de moho u otros signos de deterioro.
Es importante mencionar que, aunque la piel de la granada pueda deteriorarse ligeramente en apariencia, esto no afecta a la calidad de los arilos en el interior, que permanecerán frescos si la fruta se almacena correctamente.
Coloca las granadas en una bolsa de plástico. Para asegurar una buena conservación, guarda tus granadas en una bolsa de plástico antes de colocarlas en el refrigerador. Esto ayuda a mantener el nivel de humedad y evita que el aire frío las deshidrate. Al estar dentro de una bolsa cerrada, las granadas no estarán expuestas al flujo de aire directo, lo que ayuda a prevenir que se sequen o pierdan frescura.
Método profesional para conservar granadas: bolsas microperforadas
Si buscas una manera aún más eficiente de conservar las granadas, la mejor opción es utilizar bolsas microperforadas. Estas bolsas permiten que la granada respire lo justo: dejan escapar el dióxido de carbono que la fruta emite y permiten la entrada de una pequeña cantidad de oxígeno. Este control de la respiración interna de la fruta evita la acumulación de humedad, lo que impide la formación de hongos y otros problemas que podrían dañar las granadas.
Al mantener las granadas en estas bolsas dentro de la nevera podrás conservarlas durante mucho más tiempo en perfectas condiciones y sin preocuparte por su deterioro. No es recomendable mantenerlas a temperatura ambiente, ya que la humedad ambiental puede provocar la aparición de hongos y acelerar el proceso de pudrición.
Cómo conservar las semillas de granada (arilos) una vez peladas
Si prefieres consumir los arilos de la granada sin la piel, también hay maneras de conservarlos adecuadamente. Las empresas que venden arilos pelados suelen garantizar una vida útil de 5 días desde el momento en que se desgranaron. No obstante, si decides desgranar las granadas en casa, hay una forma sencilla de prolongar su duración: congelar los arilos.
Para hacerlo, simplemente desarila la granada y guarda los arilos en una bolsa de congelación. Cuando quieras consumirlos, retíralos del congelador dos horas antes de comerlos para que estén en su punto óptimo. Este método te permite conservar los arilos hasta un año, aunque es importante tener en cuenta que, con el tiempo, el sabor puede ir decayendo ligeramente.
Cómo saber si una granada está en mal estado
Las granadas, al ser una fruta con una piel gruesa y resistente, tienen una vida útil más larga que muchas otras frutas frescas, lo que las hace ideales para el almacenamiento prolongado si se cuidan adecuadamente.
Al igual que con muchas otras frutas, el principal indicador de que una granada está en mal estado es la aparición de moho en la piel o en los arilos. Sin embargo, a diferencia de frutas como los plátanos, que continúan madurando una vez cortados, las granadas detienen su proceso de maduración cuando se cortan. Por lo tanto, si cortas una granada y la almacenas correctamente, se mantendrá en buen estado durante varios días sin perder su calidad.
Las granadas son una fruta con una vida útil sorprendentemente larga si se conservan adecuadamente. Siguiendo los pasos que hemos mencionado, podrás disfrutar de tus granadas frescas durante semanas o incluso meses. Ya sea que decidas guardarlas enteras en la nevera o almacenar sus semillas peladas, estas sencillas técnicas asegurarán que mantengas el sabor, frescura y beneficios nutricionales de esta maravillosa fruta.